jueves, 24 de mayo de 2012

“Periodismo Moderno”; Cantinflas Show en Tercer Gato con Peña Nieto

Todos los que parecen estúpidos, lo son, y además también lo son la mitad de los que no lo parecen.
Francisco de Quevedo y Villegas.


El Peña Nieto agazapado en las últimas semanas por la persecución inmisericorde de sus detractores saldría al ruedo, me venían a la mente las palabras tras el debate presidencial de su más fiel adulador: Luis Videgaray cuando dijo “salió a tomar al toro por los cuernos”, y vaya feroz madrina le propinó el bovino ante tal ingenuidad (debo completar).

Pero Peña se sentía seguro en las manos de la empresa que le vendió caro su amor; Televisa le daría una apoteósica acogida, o por lo menos eso esperaba, aquí no estarían (supongo) sus hordas de porristas móviles que de tan versátiles son capaces de transformarse cual Megatron en vándalos de barrio ante las eventualidades que contravengan a los intereses de su deidad que son necesariamente los suyos.

Aquí, ante la mirada de Adela, Denise, Ciro, Joaquín, Leopoldo, Víctor, Carlos! y Carlos!!!! los universitarios y twitteros se la “Pérez Prado” nadie lo tocaría, para eso había pagado millonarias cifras con “su” dinero, ganado con el sudor del de enfrente, Peña encaraba a empleados, lo sabía y los trató como tal.

Mirar su rostro intolerante, procurando por todos los medios a su alcance (que no son muchos) esconder su enojo ante interrupciones y cuestionamientos de los que jamás imaginó escuchar y para los que no tenía respuesta alguna, es una situación insufrible para cualquiera con algo más que 87 de IQ.

Pero no todo es su culpa en este circo de tres pistas, los otrora inquisidores periodistas se llevaron las palmas en su interpretación de perro de taquería, medrosos de salir a recoger los desperdicios informativos y de tajo recibir una patada en su ego, humanidad y empleo.

De verdad provocaba tristeza observar a Carlos Marín bajar la mirada de manera permanente mientras cuestionaba alguna intrascendencia al Señor de las Despensas, de Carlos Loret sólo recuerdo temerosos balbuceos tratando de confirmar si su Padrino; Arturo Montiel era tan rata como parecía (o quizás más), pero de voz de su hijo pródigo, cosa que jamás conseguiría, pues el Divo de Atlacomulco se defendió como gato boca arriba, con lo que mejor hace: El Cantinfleo perfeccionado a grado de somnífero de acción inmediata.

La cara de Adela nos daba cuenta del tedio retórico de un hombre que ignora más cosas que el promedio de los mexicanos, pero como se siente el muy “chido” pretende gobernarnos desde el oscurantismo represor.

Así transcurrió hora y media de franca diversión (es de machines admitirlo), las respuestas sistemáticas de Peña Nieto ante todo lo que desconoce son dignas de hilaridad, pero puede llegar el día en el que su estupidez sea la debacle de todo un pueblo, conocemos esa historia en carne y hueso propio, narrada con la intolerancia de los mismos que ahora dicen “respetar”, mientras señores maduros y demás militantes de la improductividad útil madrean jovencitos disidentes ante la mirada cómplice de los policías adscritos a la mafia priísta.

Yo sigo en lo dicho, muy pocas cosas de Televisa merecen la pena, mientras tanto seguiré sin saber a qué se refieren cuando reprochan la consuetudinaria subjetividad de “El Teacher” a quien odian tanto que deben sintonizarlo puntualmente para reavivar ese rencor.

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